Legalidad e imaginación: el sentido práctico de la legalidad

¿Cuán difícil es realmente tomarse los derechos en serio? ¿Qué diferencia la literatura de la imaginación con aquellas convenciones que realizamos sobre de la leyes que nos rigen? Por mas filosóficos que nos puedan parecer estas preguntas sobre la ontología del conglomerado de normas que conforman el derecho positivo, cobran vital sentido cuando realizamos el ejercicio de describir sus características y contrastarlas con la literatura.

Las diferencias realmente son escasas, pero contundentes. Suposiciones compartidas y modelos de virtud a partir de personajes ficticios son características comunes, sin embargo, el poder impositivo de la legalidad opaca las similitudes con la imaginación, he ahí su practicidad: en impedirnos hacer cosas que, aunque materialmente posibles, están legalmente prohibidas.

Este libro pretende hacer un esbozo teórico y comparativo entre ambos fenómenos. Resalta que el mundo de las leyes es frágil pero operativo y práctico, dado como herramienta al servicio del poder. Navega la segunda parte de este libro en determinar qué es lo que le da sentido a las leyes positivas, de qué manera los operadores jurídicos reconocen su validez y aproximarnos al funcionamiento del sistema.

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